Descubriendo los regalos ocultos en el 2020
A medida que el año calendario llega a su fin y nos preparamos para pasar tiempo con familiares y amigos -socialmente distanciados, a través de la pantalla de video o de alguna manera modificada que todavía estamos descubriendo- quiero compartir con ustedes algunas reflexiones sobre lo que veo como inesperados “regalos” del 2020.
Algunos de ustedes saben que crecí ayudando en la joyería de mi familia, mi padre y mi tío, los hijos de Labuskes and Sons Jewelers; una tienda minorista que mi abuelo abrió en la década de 1930. Una gran parte de la temporada navideña, lo habitual en nuestra familia extendida fue trabajar en la tienda, ya que solían hacer alrededor del 80 por ciento de sus ventas anuales entre el Día de Acción de Gracias y Navidad. Cuando era adolescente, una de mis tareas era envolver para regalo las compras de los clientes, lo hacía con todos mis hermanos y primos en un momento u otro, compartiendo la misma tarea a medida que avanzábamos en la “trayectoria profesional” en la tienda. En nuestro hogar, esto llevó a que la belleza de la caja, el papel de regalo, fueran casi tan importantes como el regalo en sí. El cliché de la envoltura Labuskes se convirtió en la caja anidada dentro de una caja dentro de una caja; siempre abriéndose desde los grandes contenedores exteriores hasta llegar al final hasta el verdadero presente en lo más profundo del interior.
Espero que puedan ver hacia dónde me dirijo con esta metáfora mientras reflexiono sobre las experiencias que el 2020 ha dejado en los profesionales de la industria audiovisual en todo el mundo. Hay tantas capas que al principio son trágicas y dolorosas. Los millones de personas que han perdido la vida en todo el mundo a causa de la COVID-19 que nunca celebrarán otra temporada de fiestas con nosotros. En estos días, son pocas mis conversaciones con alguien que se haya librado de una historia personal sobre una de esas pérdidas. Y, sin embargo, a pesar de todo, también escucho de familias que se reconectan, de juegos de mesa que se redescubren, que se perfeccionan nuevas habilidades culinarias o que se dominan nuevos instrumentos. Escuché que se celebran más cenas familiares y las alegrías son más simples.
Otra caja anidada dentro del 2020 implica la disrupción y fractura social que hemos experimentado, quizás más profundamente en los E.E.U.U. que en otros lugares, pero también a nivel mundial. Con el dolor de la violencia llegó el reconocimiento del racismo sistémico profundamente arraigado y la esperanza de hacer cambios. Y creo que vemos un esfuerzo sostenido para comenzar a corregir esos errores. Un esfuerzo que AVIXA ha adoptado con miras a una industria que verdaderamente acoja la diversidad en los próximos años.
Otra de las capas de esta envoltura sobre la que podemos reflexionar es el impacto económico de la pandemia en nuestra industria. Hemos visto pérdidas de empleo en gran parte de ella y, de hecho, una devastadora paralización para nuestros colegas de los eventos en vivo. Pocos terminaremos el año trabajando al lado de la misma gente con quienes lo comenzamos. Y, sin embargo, la innovación de nuestra industria ha mantenido al mundo unido. Nuestra tecnología y soluciones siempre han tenido como objetivo conectar a las personas y amplificar los mensajes de nuestros clientes, y ese propósito nunca ha sido más crítico que en la actualidad. Las empresas están emergiendo más fuertes y más ágiles, con nuevos clientes, nuevas ofertas y, en muchos casos, modelos de negocio completamente distintos.
En el corazón de todas esas experiencias que el 2020 ha envuelto, hay un verdadero regalo que cada uno de nosotros habrá de descubrir. Dentro de todo el dolor, dificultades y pérdidas, hay un obsequio desde el que podemos transitar a un futuro que no da por hecho el profundo don de la capacidad humana. Una capacidad de innovación y un valor industrial que ha superado todas las disrupciones que se han producido antes y nos han conducido a un futuro próspero y emocionante.
Espero que cada uno de ustedes traiga un regalo de confianza y compasión, de estabilidad y esperanza, a todos sus lugares de trabajo, sus familias y comunidades al tiempo en que accedemos juntos en un nuevo año.